El ciclo de la biomasa incluye tres fases:

La energía de la biomasa procede del sol. Las plantas utilizan la energía solar para realizar la fotosíntesis. En este proceso, toman dióxido de carbono (C02) y lo  transforman en oxígeno (02).  En la combustión de biomasa vegetal se libera dióxido de carbono C02 que es absorbido por las plantas y vuelve a comenzar así el ciclo biológico de la biomasa.

Podemos hablar de tres clases principales de biomasa:

• Natural, generada en la naturaleza sin intervención humana.
• Residual, compuesta por residuos sólidos (biomasa seca) o vertidos biodegradables (biomasa húmeda)
• Producida. Son los cultivos energéticos, que se realizan únicamente para producir biomasa transformable en combustible.

La biomasa puede aprovecharse para producir energía térmica, eléctrica y mecánica. Los métodos que se emplean para la producción de esa energía pueden ser, a grandes rasgos, termoquímicos y bioquímicos. Entre los primeros, destacan la combustión y la gasificación, y entre los bioquímicos, la digestión anaeróbica. La utilización de un método u otro depende del tipo de combustible, de la demanda y de su aplicación.

Sistemas basados en la combustión
Se quema la biomasa a temperaturas elevadas (entre 600 y 1.300 ºC) y en presencia de grandes cantidades de aire. La energía obtenida puede destinarse a la producción de calor (en forma de agua o de aire caliente) para el uso doméstico o industrial, y a la producción de electricidad.

Sistemas basados en la gasificación
Se descompone la biomasa mediante el calor y se obtiene un gas combustible cuyas aplicaciones son similares a las del gas natural.

Digestión anaeróbica
En ausencia de oxígeno, se consigue la degradación de la materia orgánica por la acción de unos microorganismos específicos, que la transforman en un biogás y en otros productos llamados  fangos. El biogás puede utilizarse para producir energía eléctrica o térmica, o generar ambas mediante los sistemas de cogeneración.

A medida que ha crecido el uso biomasa, se han ido desarrollando estándares de calidad para asegurar en unos casos, la correcta gestión forestal y, en otros, la comercialización de un producto de calidad verificable.

Normas ISO/UNE

ISO 17225: a nivel internacional, ISO (Organismo Internacional de Estandarización) ha desarrollado una serie de normas de aseguramiento de la calidad (8), que afectan a los biocombustibles sólidos más utilizados a nivel internacional, como son los pellets, las astillas y la leña.

UNE 164003 y UNE 164004: además, a nivel nacional, y con el fin de tener en consideración biocombustibles sólidos característicos del mercado español, AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) ha desarrollado normas de calidad relativas al hueso de aceituna y a las cáscaras de frutos.

Certificación ENplus®

Es un sistema de certificación privado basado en el estándar internacional ISO 17225-2, que hace referencia exclusivamente a los pellets de madera para usos no industriales. Los clasifica en tres calidades:

• A1 (pellets de madera virgen y residuos de madera sin tratar químicamente, con bajos contenidos en cenizas, nitrógeno y cloro).
• A2 (combustibles con un contenido ligeramente más alto en cenizas, nitrógeno y/o cloro).
• B (pellets en cuya producción se ha podido emplear también madera reciclada y residuos industriales). También se incluyen valores para el contenido de los metales pesados.

Los derechos de la marca ENplus® los posee el European Pellet Council, y AVEBIOM es el licenciatario nacional encargado de la gestión del sistema en España.

Certificación BIOmasud®

Es un sistema de certificación de calidad y sostenibilidad privado fruto de un proyecto Europeo del mismo nombre financiado con fondos FEDER en el marco del programa Interreg IV-B. Es un sistema de certificación para biocombustibles mediterráneos: pellets de madera, hueso de aceituna, astillas de madera y cáscaras de frutos secos. Para pellets de madera y astillas el sistema está basado en estándares internacionales ISO 17225-2 para pellets de madera y 17225-4 para astilla, mientras que para el resto de biocombustibles se basa en pre-estándares propios desarrollados en el proyecto.

Aparte de la calidad, el sistema también tiene requisitos de sostenibilidad tales como la huella de carbono o la energía gastada para producir el biocombustible. Los derechos de la marca BIOmasud® en España los posee AVEBIOM  y CIEMAT.

Certificación de Gestión Forestal FSC

FSC (Forest Stewardship Council) es una organización internacional sin ánimo de lucro que establece los estándares sobre lo que es un bosque manejado de forma responsable, tanto ambientalmente como socialmente. FSC tiene oficinas nacionales en varios países: FSC España, Francia y Portugal, entre otros.

Label FSC – Forest Stewardship Council

La certificación fue creada por una ONG internacional en 1993.
La pueden obtener:

• Los propietarios en lo que concierne a la gestión financiera.
• Las empresas de transformación por la trazabilidad de los productos.

Los procedimientos de certificación están ligados a una lista de 11 principios que se deben respetar, relacionados con tres vertientes (económica, social y ambiental).

La certificación se concede para un periodo de 5 años con un mínimo de un control anual: estas inspecciones pueden desembocar en una retirada, una suspensión o la obligación de hacer correcciones.

Las dos particularidades de la certificación FSC son:

• La colocación del logro sobre los productos y documentos de la empresa (facturas),
• La extensión de la certificación (bajo condiciones). Por ejemplo: construcción de edificios en un bosque.

A finales de 2010, en Francia había 18.000 hectáreas de bosque con certificado FSC.

Una base de datos on line permite hacer una búsqueda por países: FSC: acceso a la base de datos
Para saber más: https://www.fsc.org/

PEFC (Pan European Forest Certification) – Programa Europeo de Bosques Certificados

Su creación se remonta a julio 1998. La iniciativa corresponde a propietarios forestales de seis países europeos. PEFC Francia participa en la gestión de la marca PEFC y expide las autorizaciones de utilización. La marca PEFC garantiza que la madera proviene de bosques gestionados de forma sostenible en función de unas reglas establecidas región por región de manera precisa.

Más de 8 millones de hectáreas  de bosque tienen en Francia el certificado PEFC y más de 3.000 empresas utilizan la madrea y los productos que son generados en 14 sectores de actividad diferente. La lista de empresas certificadas se puede consultar on line.

En enero de 2012, PEFC Francia lanzó un nuevo sistema para cinco años.
Los cambios afectan a:

• La armonización de los criterios de gestión forestal sostenible (un solo pliego de condiciones para los propietarios frente a los 15 de antes
• el aumento de las exigencias cuantificadas y de las auditorias de control de quienes se adhieren
• se intensifica el acompañamiento a nivel nacional y local (se crea una comisión técnica nacional de expertos y de asistencia desde final de 2011

Para saber más:
Saber más del nuevo sistema de certificación
PEFC

Fuentes: Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE) y  FSC España.